Nombre: Ambar de la Ron Bonviedro

Sexo: Hembra

Padre: Casar vom Hischrgraber

Madre: Ying

Propietario: Pablo Martinez (Boecillo, Valladolid)

A 7 de enero de 2010.

Ambar llegó a casa a mediados del mes de agosto de 2008. Daba la impresión de que tenía asumida su salida de Hinojosa de Duero. Solamente vaciló en cuanto la dejé en casa y conoció a la que hoy es su “hermana” Duna, un perro de agua un año mayor que ella.

Los primeros días en casa pasaron rápidamente. Se adaptó perfectamente a la vida en Boecillo. Pasa los días en el jardín de casa y las tardes solemos dar una vuelta por un pinar cercano.

Desde muy pequeña mostró en estos paseos una pasión cinegética tremenda. Sus primeras “muestras de vista” con tan solo 4 ó 5 meses a torcaces, rabilargos y urracas me ponían los dientes largos.

Con 6 meses la sacaba de caza un par de horas los días de sol (aunque fríos) y tuvo ocasión de morder alguna patirroja (que ya es bastante en la región en la que cazamos).

Esta temporada, a pesar de resultar complicada para la perdiz nos está sirviendo para compenetrarnos poco a poco.

En el monte es apasionada, muy rápida, con una búsqueda amplia en campo abierto (en campos de cereales y praderas) que acorta de manera instintiva en zonas más tupidas de maleza, buscándome cada cierto tiempo si me pierde de vista o se aleja.

Tiene una muestra muy estética. Parece que se “pone para la foto” y guiando es un espectáculo. Busca el viento de cara de forma innata y levanta la cabeza “colgándose” y “deslizándose” elegantemente.

Los únicos “peros” que tenemos que trabajar juntos son:

– El cobro lo hace de forma innata y con mucha pasión, aunque a veces demasiada y “machaca un poco” la caza.

– Es extremadamente competitiva y posesiva y esto hace que sea complicado cazar acompañado. A veces “compite” con los otros perros a ver quién cubre más campo (siempre gana ella…).

Por lo demás encantados con esta pequeña bella-bestia con la que tenemos el privilegio de convivir (y digo convivir porque pasa bastante tiempo dentro de casa). Es extremadamente cariñosa, muy obediente y siempre dispuesta, con ganas de agradar y trabajar. Además, es muy valiente, segura de si misma y protectora (con nosotros y con su hermana), pero a la vez nada agresiva, lo que me complace enormemente.

Te seguiré contando más y enviando más fotos de la pequeña. Estoy como loco por seguir evolucionando y creciendo junto a ella. Como dijeron de El Cid “…Que buen vasallo si tuviese buen Señor…”

Un abrazo y sigue disfrutando de esta pasión tanto como lo haces.

A 25 de abril de 2010

Ambar y yo seguimos progresando y compenetrándonos.

La pasada campaña a pesar de haber sido irregular (mal año de cría de perdiz en esta zona) a supuesto un buen año para descubrir parte de las cualidades de la perra.

Ha parado sus primeras codornices y guiado sus primeras perdices. Ha podido cobrar sus primeras piezas (ya había mordido alguna perdiz el invierno anterior con 6 meses pero sin saber muy bien qué hacía) y lo que es más importante, hemos empezado a “entendernos” muy pronto.

Guardo un especial recuerdo de su primera “parada” a una codorniz, guiando unos metros con la cabeza alta y estirando el cuerpo hacia delante hasta quedarse totalmente inmóvil. Una lástima que en esta zona se haya notado tanto la sequía, que sumada al abandono del campo y a la sobreexplotación por ganado de las antiguas tierras de cereal hacen que o vayas cubierto de jara hasta las cejas patees un arenal.

En estos meses de parón estamos aprovechando para trabajar juntos algunas cosillas como el cobro. En el agua es una auténtica bestia, nada como una nutria.

Solemos salir a correr a una zona próxima a nuestra casa, un pinar de pino piñonero rodeado de algo de jara y campos de cereal. Hace unas semanas, mientras dábamos un paseo de una horita empezó a lacear algo alejada, levantando la cabeza en dirección al viento. Unos instantes después comenzó a guiar y acabó poniéndose de muestra a unos veinte metros del lindero de un campo. En cuanto llegué a su altura arrancó una pareja de patirrojas. Se me pusieron los dientes largos. Supongo que estarán haciendo el nido en esa zona, así que evitaremos pasear por ahí para dejarlas tranquilas.

Espero que esta próxima temporada podamos seguir avanzando juntos. Tengo muchas ilusiones puestas en esta campaña. Más por la perra que por mi lógicamente. Lo importante es tener continuidad y seguir progresando y si esto continúa así en un par de años podremos ser una buena pareja de caza.

Un saludo y hasta pronto.

Más fotos en Instagram