TITULOS
Trabajo
– Prueba de aptitudes naturales (PAN): APTA
Monográfica del Deutsch Drahthaar en León 4/12/2010
– Prueba de cobro por rastros de pluma y pelo: 1 Categoría (8 Puntos)
Cendea de Cizur 16/04/2011
Morfología
– 1 EXC. Clase Jóvenes Hembras (C.J.H)
Exposición internacional de Valladolid 27/02/2011
Bulla se parece mucho a su padre cazando, es una perra con excelentes prestaciones en el campo, muy trabajadora, incansable… me recuerda a su abuela Beltza, con muy buena nariz, muestra muy expresiva y cobro natural perfecto.
Morfológicamente es una perra excelente, de envergadura, nada pesada, muy alemana. Conseguir perros de tamaño, pero que a su vez tengan buen movimiento en el campo ha sido siempre mi objetivo, buscando a Kastor KS von Hege-Haus como referencia.
El carácter de Bulla es impresionante, muy seria, siempre centrada, durísima… no se viene abajo jamás.
Bulla es «tecnología» 100×100 alemana.
(*Descripción por J.J. Lavilla, Bulla estuvo con él durante dos años)
A 16 de Junio de 2014.
Después de volver a casa y tras pasar ya año y medio a su lado, estoy en condiciones para hablar sobre ella.
El equilibrio es la palabra que define su cabeza. Es muy cerebral, muy tranquila y dócil. En casa, si no le das pie, pasa completamente desapercibida, no es el típico perro que siempre te está buscando… por otro lado, siempre tiene un aplomo y una firmeza que saca a relucir en momentos que así lo requieren y cuando dice aquí estoy yo, lo dice a la cara, mostrándose muy seria y sólida.
Después de la primera temporada entera a mi lado puedo decir que es una buena perra de caza. Tiene mucha afición y pasión, mueve mucho monte, es cabezota cuando hay que serlo, atesora unas cualidades naturales notables y es muy completa en todos los campos importantes que debe cubrir un perro polivalente.
Ya entrado en gustos personales, hay puntos de Bulla que me podrían llenar más. Su gran envergadura le limita a veces en las jornadas realmente exigentes, y cuando digo exigentes, son exigentes de verdad, para muchos serían extremas. (Para una jornada de un cazador normal y en una zona media, aguanta un ritmo alto sin inmutarse durante horas).
El tamaño tampoco facilita la transmisión de energía y de velocidad y aunque puede abarcar mucho terreno, a veces incluso más que otros perros que transmiten esa sensación de velocidad, peca un poco de tosca y poco estética en los movimientos, giros, saltos de paredes o cosas así.
A nivel de experiencia está aún bastante limitada con caza salvaje; se le nota que ha cazado mucha caza de granja . Poco a poco ha ido mejorando a lo largo del año pero aún así, le queda camino por recorrer, le falta ese plus que sólo se va cogiendo con horas de campo tras perdices bravas para saber cuando apretar, dónde frenar o cuando estar más pendiente del conductor. En ocasiones baja un poco la intensidad y esa «necesidad» de encontrar caza después de estar por ejemplo varias horas sin tocar nada. El haber estado acostumbrada a densidades mucho más elevadas y otro tipo de perdices, creo que le condiciona en este sentido.
Por último, nos ha costado adaptarnos el uno al otro. Bulla ha sido el primer perro que no ha estado siempre conmigo y nos hemos tenido que ir conociendo poco a poco; ella conociendo mis métodos y mis maneras, quizás un tanto peculiares y posiblemente diferentes a los que ella ha estado acostumbrada hasta que volvió, y yo procurando amoldarla a mis gustos y fórmulas, procurando siempre que el cambio no fuera traumatizante.
En definitiva, ahora mismo es una buena perra de caza, pero aún tiene potencial para sacar. Si podemos seguir acumulando experiencia y horas juntos, subirá un par de peldaños en los próximos años.